
Más de una vez me siento expulsado
y con ganas
de volver al exilio que me expulsa
y entonces me parece
que ya no pertenezco
a ningún sitio
a nadie.
¿será un indicio de que nunca más
podré no ser un exiliado?
¿que aquí o allá
o en cualquier parte
siempre habrá alguien
que vigile y piense,
éste a qué viene?
y vengo sin embargo
tal vez a compartir cansancio y vértigo
desamparo y querencia
también a recibir mi cuota de rencores
mi reflexiva comisión de amor
en verdad a qué vengo
no lo sé con certeza
pero vengo.
Una grata sorpresa estas noticias q nos sitúan más cerca de la interculturalidad.
ResponderEliminarSí sí me gusta tu blog. Te invito a que comentes lo que quieras en el mío.
Hasta pronto!