BIENVENIDOS - BENVINGUTS

Cuaderno de realidades de la sociedad valenciana y de su intenso proceso
hacia la diversidad cultural. Relatos de acogida de los nuevos valencianos con
sus aportaciones de riqueza cultural, trabajo, inversión, consumo y un
incremento poblacional imprescindible para sostener la pirámide
demográfica.

En tiempos de crisis es conveniente desmontar los prejuicios de la sociedad autóctona

jueves, 16 de mayo de 2013

Los inmigrantes de segunda generación se sienten integrados

El 50% de los hijos de aquellos inmigrantes que llegaron a España en la década de los noventa, hoy adolescentes, se sienten españoles. El porcentaje es todavía mayor entre los que han nacido en el país (80%) frente a los que han llegado a edades tempranas. Así lo concluye la Investigación Longitudinal sobre la Segunda Generación en España, elaborada por el Instituto Universitario Ortega y Gasset y la Universidad de Princeton, publicada ayer, la mayor realizada sobre esta generación, con 6.900 encuestados en 180 centros escolares (públicos y concertados).
“Estos resultados indican un avance lento [en 2008 solo el 30% de esos chavales se sentían en casa] pero favorable en términos de integración”, asegura Alejandro Portes, uno de los coautores, junto con Rosa Aparicio, del estudio. Héctor Cebolla, profesor de Sociología en la UNED, experto en la materia, coincide. “Es un éxito si se tiene en cuenta que la mayoría de inmigrantes (los padres) llevan muy poco tiempo en el país, apenas una década”, dice. “Lo sorprendente es que los hijos se sientan españoles. Las segundas generaciones son mayoritariamente autóctonas, nacidos en España, pero su proceso de socialización se produce en la familia, y los padres son personas extranjeras que se comportan como tales”, explica. “Seguramente este porcentaje que se siente español aumente en el futuro”, augura Cebolla.

El colectivo aspira a la misma formación y empleo que el resto de españoles
El estudio destaca que menos de un 10% de los hijos de inmigrantes dice haberse sentido discriminado. Para el hijo de 11 años de Miguel Ángel González, venezolano, ese fue uno de los principales escollos cuando llegó a España con ocho. “Le costó bastante ser aceptado, hasta cambió su manera de vestir y hablar. Por su acento, parece que hubiera nacido aquí”, explica el padre, dueño de una franquicia de mensajería, que quiere que su hijo “no olvide sus raíces”.
Cebolla señala que la dispersión en el territorio español de la población inmigrante también ha contribuido a la integración de las segundas generaciones. “No se han formado guetos, ni grandes concentraciones como ocurre en otros países”, indica. En las encuestas realizadas por los investigadores en 2012, los filipinos y los búlgaros fueron los adolescentes que declararon sentirse españoles en mayor proporción, mientras que chinos y bolivianos mostraron un mayor desarraigo. “Quizá por su relación más estrecha con su propio colectivo”, indica Aparicio.

Sus hogares son más humildes, pero sacan las mismas notas que los demás
Más allá del sentimiento de pertenencia al país, los llamados inmigrantes de segunda generación, en realidad hijos de extranjeros nacidos en España o traídos a edades tempranas, comparten con los jóvenes españoles sus aspiraciones respecto a los estudios y el empleo. En torno a un 70% desearía cursar estudios universitarios y de posgrado, sobre todo ellas (77%). Aunque sus expectativas de conseguirlo son, en muchos casos, inferiores, debido a los ingresos modestos que entran en sus hogares. Solo un 57% espera realmente acceder a la universidad.
No es el caso del hijo de Miguel Ángel González, inmigrante venezolano, que a punto de cumplir los 12 años, ya sabe que quiere ser informático y tiene un blog sobre el tema que “actualiza diariamente”, dice el padre. “Sus notas son de sobresaliente”. Por eso González cree que su pequeño conseguirá sus metas profesionales.

Menos de un 10% de los encuestados dicen haber notado discriminación
Los investigadores hacen una lectura positiva de la alta permanencia en el sistema escolar de los encuestados. Un 80% de los jóvenes de 17 a 18 años encuestados en 2008 continuaban sus estudios en 2012 cuando fueron entrevistados por segunda vez para el seguimiento del devenir de sus vidas.

martes, 23 de abril de 2013

¿Los nuevos vecinos se van?

Los últimos datos nos indican que cada vez tenemos menos "nuevos vecinos" entre nosotros, España ya no es El Dorado y los inmigrantes vuelven a sus países donde sus oportunidades son mayores. Es muy mala noticia porque significa que estamos dejando de ser un país de acogida para expulsar y escupir también a nuestros jóvenes...¿dónde nos vamos?

¿Dónde están los inmigrantes?

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