BIENVENIDOS - BENVINGUTS
Cuaderno de realidades de la sociedad valenciana y de su intenso proceso
hacia la diversidad cultural. Relatos de acogida de los nuevos valencianos con
sus aportaciones de riqueza cultural, trabajo, inversión, consumo y un
incremento poblacional imprescindible para sostener la pirámide
demográfica.
hacia la diversidad cultural. Relatos de acogida de los nuevos valencianos con
sus aportaciones de riqueza cultural, trabajo, inversión, consumo y un
incremento poblacional imprescindible para sostener la pirámide
demográfica.
En tiempos de crisis es conveniente desmontar los prejuicios de la sociedad autóctona
miércoles, 27 de enero de 2010
Mario Benedetti
Más de una vez me siento expulsado
y con ganas
de volver al exilio que me expulsa
y entonces me parece
que ya no pertenezco
a ningún sitio
a nadie.
¿será un indicio de que nunca más
podré no ser un exiliado?
¿que aquí o allá
o en cualquier parte
siempre habrá alguien
que vigile y piense,
éste a qué viene?
y vengo sin embargo
tal vez a compartir cansancio y vértigo
desamparo y querencia
también a recibir mi cuota de rencores
mi reflexiva comisión de amor
en verdad a qué vengo
no lo sé con certeza
pero vengo.
martes, 26 de enero de 2010
AQUÍ VIVO, AQUÍ VOTO
La participación política es un instrumento fundamental para la integración en la sociedad de acogida. La participación de los inmigrantes en los comicios locales los convierte, sin duda, en actores de su entorno inmediato. ¿Cómo se le puede negar el derecho a votar a quien previamente ha pagado sus impuestos?, como decían con razón los independentistas norteamericanos: No taxation without representation. Pero, como señala C.Malamud, puede ser planteada al revés, "no hay representación sino se pagan los impuestos".
Condicionar el acceso del inmigrante a la ciudadanía democrática y a la reciprocidad internacional les excluye directamente. Sus derechos pasan a depender de la práctica no democrática, en algunos casos de sus países de origen, y a las "prioridades políticas" de nuestros gobernantes.
En este tema juega un papel muy importante la "oportunidad política" al pasar a considerarlos como votantes potenciales. La carrera por el voto está servida.
Otro aspecto a considerar es el sentimiento de los inmigrantes de votar en las elecciones locales de sus países de origen. Si están establecidos en el país de acogida ya no votan para cambiar las cosas en su país, porque ellos como agentes sociales del cambio social ya no están allí.
Consideremos que esta reivindicación del derecho al voto ya no es una utopía, no es impensable, ni imposible, sino algo que todavía no está realizado y que nos acercará a la sociedad óptima, a un mundo mejor.
IDENTIDADES ASESINAS (Amin Maalouf)
Desde que dejé Líbano en 1976 para instalarme en Francia, cuántas veces me habrán preguntado, con la mejor intención del mundo, si me siento "más francés" o "más libanés". Y mi respuesta es siempre la misma: "¡Las dos cosas!". Y no porque quiera ser equilibrado o equitativo, sino porque mentiría si dijera otra cosa. Lo que hace que yo sea yo, y no otro, es ese estar en las lindes de dos países, de dos o tres idiomas, de varias tradiciones culturales. Es eso justamente lo que difine mi identidad. ¿Sería acaso más sincero si amputara de mí una parte de lo que soy?.
Por eso a los que me hacen esa pregunta les explico con paciencia que nací en Líbano, que allí viví hasta los veintisiete años, que mi lengua materna es el árabe, que en ella descubrí a Dumas y a Dickens, y los Viajes de Gulliver, y que fue en mi pueblo de la montaña, en el pueblo de mis antepasados, donde tuve mis primeras alegrías infantiles y donde oí algunas historias en las que después me inspiraría para mis novelas. ¿Cómo voy a olvidar ese pueblo? ¿Cómo voy a cortar los lazos que me unen a él?.
Pero por otro lado hace veintidós años que vivo en la tierra de Francia, que bebo su agua y su vino, que mis manos acarician, todos los días, sus piedras antiguas, que escribo en su lengua mis libros, y por todo eso nunca podrá ser para mí una tierra extranjera.
¿Medio francés y medio libanés entonces? ¡De ningún modo! La identidad no está hecha de compartimentos, no se divide en mitades, ni en tercios o en zonas estancas. Y no es que tenga varias identidades: tengo solamente una, producto de todos los elementos que la han configurado mediante la "dosificación" singular que no es la misma en dos personas.
Por eso a los que me hacen esa pregunta les explico con paciencia que nací en Líbano, que allí viví hasta los veintisiete años, que mi lengua materna es el árabe, que en ella descubrí a Dumas y a Dickens, y los Viajes de Gulliver, y que fue en mi pueblo de la montaña, en el pueblo de mis antepasados, donde tuve mis primeras alegrías infantiles y donde oí algunas historias en las que después me inspiraría para mis novelas. ¿Cómo voy a olvidar ese pueblo? ¿Cómo voy a cortar los lazos que me unen a él?.
Pero por otro lado hace veintidós años que vivo en la tierra de Francia, que bebo su agua y su vino, que mis manos acarician, todos los días, sus piedras antiguas, que escribo en su lengua mis libros, y por todo eso nunca podrá ser para mí una tierra extranjera.
¿Medio francés y medio libanés entonces? ¡De ningún modo! La identidad no está hecha de compartimentos, no se divide en mitades, ni en tercios o en zonas estancas. Y no es que tenga varias identidades: tengo solamente una, producto de todos los elementos que la han configurado mediante la "dosificación" singular que no es la misma en dos personas.
domingo, 24 de enero de 2010
800.000 inmigrantes podrán votar en las próximas elecciones municipales
España es el primero de la UE en reconocer este derecho y firmará acuerdos de reciprocidad con 15 países.
Según los datos del Ministerio español de Asuntos Exteriores, más de 900.000 ciudadanos de esos 15 países tienen en la actualidad más de 16 años, por lo que serán mayores de edad en 2011, pero de ellos hay que deducir aquellos que no cumplan el requisito de 5 años de residencia legal ininterrupida y estar inscrito en el censo electoral de extranjeros. Para facilitarlo, la Oficina del Censto Electoral enviará una carta informativa a cada uno de los residentes en España de las 15 nacionalidades.
Los 15 países son Colombia y Perú, con los que España ya ha firmado el acuerdo; Argentina, Ecuador, Bolivia, Chile, Paraguay, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela, Burkina Faso, Cabo Verde, República de Corea, Islandia y Nueva Zelanda.
Estos acuerdos tienen como objetivo la ampliación de derechos políticos y una mayor integración en los municipios y en la sociedad española, con "igualdad"de derechos para todos.
El plazo de 5 años lo consideran el más común entre los países que reconocen este derecho a los residentes extranjeros, ya que en los países iberoamericanos el plazo oscila entre los 2 años en Bolivia y Perú a los 10 años en Venezuel ay los 15 en Uruguay.
Según los datos del Ministerio español de Asuntos Exteriores, más de 900.000 ciudadanos de esos 15 países tienen en la actualidad más de 16 años, por lo que serán mayores de edad en 2011, pero de ellos hay que deducir aquellos que no cumplan el requisito de 5 años de residencia legal ininterrupida y estar inscrito en el censo electoral de extranjeros. Para facilitarlo, la Oficina del Censto Electoral enviará una carta informativa a cada uno de los residentes en España de las 15 nacionalidades.
Los 15 países son Colombia y Perú, con los que España ya ha firmado el acuerdo; Argentina, Ecuador, Bolivia, Chile, Paraguay, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela, Burkina Faso, Cabo Verde, República de Corea, Islandia y Nueva Zelanda.
Estos acuerdos tienen como objetivo la ampliación de derechos políticos y una mayor integración en los municipios y en la sociedad española, con "igualdad"de derechos para todos.
El plazo de 5 años lo consideran el más común entre los países que reconocen este derecho a los residentes extranjeros, ya que en los países iberoamericanos el plazo oscila entre los 2 años en Bolivia y Perú a los 10 años en Venezuel ay los 15 en Uruguay.
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